jueves, 24 de abril de 2014

"Habrá que inventarse una salida"

No, tenéis toda la razón del mundo mundial. La constancia no es una palabra que me defina.
Yo lo intento, se puede pensar que me olvido (que también), pero es más un tema de pereza ... constante.
 
Me gusta este título porque si soy sincera esta canción no podría haber llegado en mejor momento.
"La Deriva" de Vetusta Morla, uno de mis grupos favoritos, me ha hecho recuperar un poco algo que estaba perdiendo. Parte de mí, o parte del motivo por el que soy así.
 
Hay veces que uno no se da cuenta y se enfrasca en sí mismo, y es un círculo muy chiquitín, pero muy adictivo y peligroso. Lo triste del caso es, que para cuando quieres darte cuenta, ya estás completamente sumergido en ello.
Es esa sensación que tienes en la que nada va especialmente mal, pero todo te parece catastróficamente irreparable.  Yo lo de exagerar es que me encanta, ser andaluza tiene sus ventajas. Porque la gente te oye, pero luego se enteran de que eres del sur de la Spain, y todo queda tan normal. "Sí es que mira que exageran los andaluces..."(cómo me recuerda a Mire...)
Al caso, que me pierdo.
Es completamente natural tener momentos bajos y altos a lo roller-coaster, although nos tenemos que dar cuenta, que depende completamente de nosotros estabilizar el camino, poner suspensión a las ruedas, y en una sola palabra: centrarnos/focus (que es más difícil de lo que parece).
 
Me he empezado a leer un libro, que merece mucho la pena llamado Report from the Interior de Paul Auster. Y es divertido darte cuenta de que lo más asombroso de todo es que ninguno somos especiales. Todos pasamos exactamente en algún momento por las mismas situaciones, crisis, y estúpidez humana. Todos nos hemos imaginado que erámos parte de los cartoons que ponían en la tele. Popeye y Olivia eran amigos con los que háblabamos a menudo, y todos sufrimos la primera crisis cuando Galileo nos hizo pasar de plano a redondo, he de confesar que aún me desconcierta pensar que parte de la vida estamos del revés, (quizás por es nos dan estos momentos de ida de cabeza).
Pero yo sí que lo pienso, creo que no tenemos nada de extraordinario, somos extraordinariamente ordinarios, y todos en todas las partes del mundo (que el caballero autor del libro no es de la Spain pasamos por casi las mismas fases, sólo con matices diversos).
 
Lo que me lleva a la canción de nuevo. El cantante al final, no quiere timón en la deriva, ni que el destino le tome las medidas, y ello no es más que lo que todos intentamos muchas veces, pretender que el volante lo "llevo yo".
No es que mi blog se haya tornado en filosofía de la vida al estilo Punset, (ya me gustaría... dejaría de lavar a gente que no conozco. Yo me sentaría a tomar un té a lo "llevo un calcetín de cada color porque puedo y ah! soy vintage").
No, el caso es que he estado pasando por un momento de no séqueestoyhaciendoconmividaniquenaricespuedohacerconelladesdedondeestoyporquenosecómolecheshellegadoaquí. Y he pensado que todos pasamos por esto. No somos distintos, somos muy limitados. Y a veces tienes que entender que tú puedes introducir las marchas, pero el volante a veces gira y te encuentras en un camino que no está completamente bajo tu control. No todo se puede cambiar, pero pensar que puedes es un gran logro. A lo que me vengo a referir es que throw the towel no es una opción.
 
Tomar distancia ayuda, ser sarcástico te hace colocar lo que te preocupa en frente tuya y de los demás y reírte de ello, (y reírse de los problemas de uno es muy necesario) aceptarlo todo es la meta.
 
Me gusta como soy, y me gusta la gente que me rodea.
 
                                              "Hay esperanza en La Deriva..."

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